Volvimos de una muy interesante travesía exploratoria por San Juan.
Del 16/7 al 25/7, estuvimos recorriendo algunos viejos tracks y explorando otros para planificar próximas travesías. Estas exploraciones incluyeron muchas caminatas y ascensos a numerosas montañas para encontrar posibles rutas de paso.
Primero, fuimos a la cumbre del cerro Mogotes, un camino construido en los años 80 cuando se utilizaban antenas de comunicación y que lleva mucho tiempo abandonado. Este track es parte del que hicimos en mayo con algunos miembros de Pasión 4x4. Los que estuvieron recordarán que comenzaba en el lecho de un río seco y que, poco después del tramo que habíamos recorrido, se convertía en un mar de piedras y matorrales que, por supuesto, maltrataron nuestras chatas.
Esta subida, que en principio pensamos que nos tomaría como máximo 2 días, terminó llevándonos 3 debido al estado del terreno. Y eso que solo caminé de noche la XX que sale de la cumbre.
El segundo día transcurrió subiendo unos caracoles interminables, muy cerrados y angostos, donde tuvimos que apartar muchas piedras caídas y reconstruir algunos pasos, incluyendo un tramo del sendero congelado.
Acampamos dos noches con fogata, y en la cumbre hizo bastante frío, pero disfrutamos de una excelente vista nocturna de San Juan. Lucas tuvo algunos problemas con sus cubiertas, pero logramos solucionarlos... al menos por ahora.
Al día siguiente, fuimos al Refugio Sanmartiniano de Manantiales para intentar hacer la XX que continúa después del punto de partida habitual. Sin embargo, tras el refugio, nos encontramos con varios pasos nevados y, al final, una enorme vega cubierta de nieve: una trampa perfecta para las chatas, así que tuvimos que dejarlo para otra ocasión.
Al otro día, cuando llegó Juan Marcelo, nos dirigimos hacia la mina Castaño Nuevo y Viejo y su polvorín. Este fue un lugar donde vivieron unas 400 personas, con numerosas instalaciones y construcciones muy bien hechas. Allí se extraía principalmente oro, y funcionó hasta 1965, aunque algunos siguieron explotándolo de manera particular hasta 1975.
Luego, seguimos buscando la manera de llegar a las bocaminas y ver si podíamos hacer la XX que habíamos planeado. El track comenzó muy angosto, con numerosos cruces complicados, seguido de una trepada no muy larga pero muy suelta, que a Lucas, por su Caracol a cuesta, le costó muchísimo.
Al día siguiente, fuimos a Los Berros para intentar llegar cerca del Puesto Santa Clara, donde teníamos algunos tracks posibles marcados. Sin embargo, nos encontramos con tranqueras muy bien cerradas, así que decidimos intentar por la casi inexistente Ruta 153, que comenzaba en el lecho de un río lleno de piedras. Antes de eso, nos despedimos de Juampi, que tenía que regresar, y de Lucas, cuyas ruedas no estaban en condiciones para los tracks planeados. Así que continuamos solos con la Patrol.
Al empezar, las nubes nos cubrieron, haciendo el ambiente muy húmedo y frío. Para colmo, comenzó a caer una fina aguanieve, y la temperatura bajó drásticamente, por lo que decidimos dar media vuelta y buscar otra ruta.
Buscando, descubrimos que cerca estaba la Confluencia 32, así que decidimos ir a buscarla. Pero, en el regreso, distraídos y relajados, me equivoqué de camino y caímos en una gran zanja muy inclinada.
No nos quedó otra que ponernos a trabajar, ya que estábamos solos. Después de usar el Hi-Lift varias veces para liberar la llanta y rellenar la zanja, logramos salir un par de horas después. Aunque ya era tarde, decidimos avanzar un poco por el camino a La Confluencia, que seguía el lecho de un río lleno de piedras y matorrales, que tuvimos que pisar repetidamente. Salimos de noche y nos alojamos en El Barreal.
Al día siguiente, hicimos un tramo del Recorrido de los Helechos y exploramos varias XX, que dejamos marcadas para otra oportunidad.
Fue una travesía muy linda, no tan fría como esperábamos, y con muchos tracks marcados para futuras aventuras.
Pasión siempre adelante, proponiendo nuevas travesías.
Un lujo lo suyo don Tape 
